En el post de hoy, una quiche con mezcla de sabores, por una parte el dulce de la cebolla caramelizada y el sabor fuerte del bacon y queso de cabra. Las quiches se pueden rellenar de lo que queramos, hay una receta colgada de pera y queso azul; lo más laborioso es la cebolla caramelizada, pero ésta se puede preparar en mayor cantidad y yo incluso la congelo para cuando la necesito, se conserva perfectamente y sólo necesita calentarse.
Ingredientes:
Masa Brisa (puede ser fresca o congelada)
3 huevos
200 ml nata para cocinar
1 paquete de bacon ahumado
1 rulo de queso de cabra (de los pequeños)
Sal y pimienta blanca y negra
Para la cebolla caramelizada:
2 cebollas
1 nuez de mantequilla
2 cucharadas soperas de azúcar (moreno o blanco)
agua
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Para empezar, lo primero es ir preparando la cebolla caramelizada:
Pelamos y partimos la cebolla por la mitad y después en láminas muy finas y vamos poniendo una sartén antiadherente en el fuego con la nuez de mantequilla.
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Cuando la mantequilla esté derretida, añadimos la cebolla y doramos ligeramente hasta que esté empapada, después bajamos el fuego a menos de la mitad del máximo y dejamos que se ponga blanda.
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Cuando esté totalmente pochada, echamos dos cucharadas de azúcar y rehogamos con el fuego más fuerte. Una vez el azúcar se ha caramelizado, añadimos un vasito de licor de agua, y dejamos cocinar a fuego suave. Una vez se haya evaporado el agua totalmente, apartamos.
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Después ponemos el horno a calentar a 210 ºC, y vamos preparando un molde alto apto para horno, en el que colocamos la lámina de masa Brisa, que pincharemos con un tenedor para que no se hinche (la podemos dejar con el papel antiadherente con el que vienen para evitar que se pegue).
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Freimos el bacon en una sartén y reservamos. La masa estará en el horno el tiempo suficiente como para que adquiera un color blanquecino y la superficie esté firme (unos 5-7 minutos).
Sacamos el molde y vamos rellenando con el queso de cabra cortado en rodajas, la cebolla caramelizada y el bacon.
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Batimos en un cuenco los tres huevos, la nata y salpimentamos (yo suelo usar pimienta blanca y negra) y vamos rellenando el molde y cubriendo el queso, la cebolla y el bacon.
Horneamos 10 minutos, los primeros 5 minutos ponemos el horno arriba y abajo y los últimos 5 sólo por arriba en modo grill, para que se cuaje el relleno y no se queme la parte de abajo.
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Para saber si ya está listo, metemos a punta de un cuchillo en el interior y si sale limpio, se puede sacar.
Lo podemos servir frio o templado, y lo podemos acompañar de mermelada de frutos rojos o de frambuesa.
Ingredientes:
Masa Brisa (puede ser fresca o congelada)
3 huevos
200 ml nata para cocinar
1 paquete de bacon ahumado
1 rulo de queso de cabra (de los pequeños)
Sal y pimienta blanca y negra
Para la cebolla caramelizada:
2 cebollas
1 nuez de mantequilla
2 cucharadas soperas de azúcar (moreno o blanco)
agua
Para empezar, lo primero es ir preparando la cebolla caramelizada:
Pelamos y partimos la cebolla por la mitad y después en láminas muy finas y vamos poniendo una sartén antiadherente en el fuego con la nuez de mantequilla.
Cuando la mantequilla esté derretida, añadimos la cebolla y doramos ligeramente hasta que esté empapada, después bajamos el fuego a menos de la mitad del máximo y dejamos que se ponga blanda.
Después ponemos el horno a calentar a 210 ºC, y vamos preparando un molde alto apto para horno, en el que colocamos la lámina de masa Brisa, que pincharemos con un tenedor para que no se hinche (la podemos dejar con el papel antiadherente con el que vienen para evitar que se pegue).
Freimos el bacon en una sartén y reservamos. La masa estará en el horno el tiempo suficiente como para que adquiera un color blanquecino y la superficie esté firme (unos 5-7 minutos).
Sacamos el molde y vamos rellenando con el queso de cabra cortado en rodajas, la cebolla caramelizada y el bacon.
Batimos en un cuenco los tres huevos, la nata y salpimentamos (yo suelo usar pimienta blanca y negra) y vamos rellenando el molde y cubriendo el queso, la cebolla y el bacon.
Horneamos 10 minutos, los primeros 5 minutos ponemos el horno arriba y abajo y los últimos 5 sólo por arriba en modo grill, para que se cuaje el relleno y no se queme la parte de abajo.
Para saber si ya está listo, metemos a punta de un cuchillo en el interior y si sale limpio, se puede sacar.
Lo podemos servir frio o templado, y lo podemos acompañar de mermelada de frutos rojos o de frambuesa.
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